La catedral de Murcia resume más de 600 años de historia del arte. Su construcción, sobre los solares de la mezquita Mayor de la ciudad, comenzó en 1394 y concluyó en 1462, año en que se cerraron sus bóvedas. Desde ese año, y hasta finales del XVIII vivió puntuales reformas y añadidos, lo que hace que posea múltiples estilos artísticos.
Real Casino de Murcia
El Real Casino de Murcia es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Murcia. Se encuentra en la céntrica calle de Trapería, no lejos de la catedral. El edificio, cuya construcción comenzó en 1847 es una mezcla de las distintas corrientes artísticas que coexistieron en la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX en España y fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1983, por lo que en la actualidad está considerado bien de interés cultural, con la categoría de monumento.
El edificio es la sede de la institución social del mismo nombre que funciona como un club privado y que fue constituida el 11 de junio de 1847. La Sociedad se instaló inicialmente en un palacete del Marqués del Vado situado en la calle Lucas. Posteriormente fueron adquiridos diversos inmuebles hasta completar el actual trazado del edificio hacia finales del siglo XIX. No obstante, siendo un club privado, la planta baja monumental del edificio está abierta a las visitas turísticas y a la celebración de actividades culturales, siendo el edificio civil más visitado de la Región de Murcia.
Galería Central
La Galería Central, cubierta por una bóveda acristalada y recubierta de mármoles de Macael y de Cehegín, conocida como Patio Largo, constituye realmente una calle interior del Casino a la que se asoman las diferentes dependencias situadas en un nivel ligeramente superior. Realmente, en su origen fue una calle interior que separaba las distintas edificaciones que se agruparon para configurar la planta actual del Real Casino, muchas de las cuales, al contar con semisótano, tenían la planta baja por encima del nivel de la calle. Por esta razón, las salas que flanquean tanto la Galería Central como la Transversal (conocida como Patio Corto) están situadas cuatro escalones por encima del nivel del suelo de ambas galerías.
Biblioteca Inglesa
La primera dependencia que se sitúa a mano izquierda es la Biblioteca Inglesa, obra realizada en 1913 según el proyecto de la firma británica Waring & Gilow, en la que destaca su tribuna superior de maderas talladas sustentada por ménsulas de fundición en forma de flamencos que, como aves migratorias, representan el espíritu viajero del siglo XIX. La Biblioteca guarda una magnífica colección de libros, integrada por más de 20.000 volúmenes de los siglos XVII, XVIII y XIX. Un lucernario cenital proporciona luz natural a los 25 puestos de lectura. Un detalle curioso lo constituye el trampantojo del hueco de la escalera de caracol que accede a la tribuna superior, donde el revestimiento no es de madera sino de estuco pintado.
Detalles
El Congresillo
Situado
enfrente de la Biblioteca, el Salón del Congresillo es un elegante
saloncito entelado que servía de punto de reunión a ciertas peñas de
ciudadanos notables de Murcia, entre ellas la que le da nombre, la Peña
del Congresillo. En su decoración, algo más masculina que la de otras
salas, destacan las sedas y maderas, así como la lámpara y las finas
escayolas del techo. Alberga parte de la importante colección de
pinturas románticas del siglo XIX y primeros años del XX, con obras de
gran formato de Manuel Arroyo, Manuel Piccolo y Obdulio Miralles.
Salón de Baile
Salón más importante y suntuoso del Real Casino, construido entre
1870 y 1875, está concebido en un atractivo estilo neobarroco, de
inspiración francesa. El majestuoso lienzo del techo, pintado entre
otros por Manuel Arroyo y Eduardo Gil Montijano, está decorado con
alegorías de las artes y paisajes exoticos.
Cinco deslumbrantes
lámparas de bronce dorado y cristal de Bacarat iluminan el salón.
Cuentan que fueron fabricadas con destino al palacio imperial en Trieste
del emperador Maximiliano I de México, pero que, tras ser depuesto y
fusilado en 1867, las lámparas quedaron en París y fueron adquiridas
para el Real Casino de Murcia. Fueron las primeras lámparas que lucieron
con luz eléctrica en la ciudad de Murcia.
Además de la suntuosa
decoración de espejos, molduras doradas, bajorelieves y cornucopias,
destaca en este salón el suelo de tarima de madera taraceada que data de
1877, así como la bancada circular desde la que las señoras que
acompañaban a las jóvenes murcianas en los bailes de época vigilaban las
evoluciones de sus pupilas mientras bailaban al son de la música
interpretada por los músicos situados en los balconcillos superiores.
Es, además, el único suelo que no ha sido sustituido en los diferentes procesos de reforma o restauración.
El Salón de Baile ha sido, desde su construcción, el brillante escenario de innumerables fiestas de la sociedad murciana.
Patio exterior
Detalles de pintura