Sedlec, un suburbio de la ciudad de Kutná Hora, encierra una iglesia única en el mundo. Es el osario más grande del mundo, esta iglesia está decorada con los huesos de unas 40.000 personas: checos, belgas, holandeses, polacos y alemanes.
Kostnice Sedlec: la iglesia de las calaveras.
Según la leyenda, en un viaje de Praga a Moravia, un noble descansó en sus bosques. Dormido, soñó que un pájaro se introducía en su boca y le dio la idea de fundar un monasterio en aquel lugar. Este noble se puso en contacto con unos monjes cirtencenses de Waldsassen, en Bavaria. Corría el año 1142. Años más tarde en 1278, el abad del monasterio, Jindrich, fue enviado a Tierra Santa, de donde trajo tierra del Gólgota, que dispersó por el cementerio. Aquel día marcó la historia de esta iglesia, los lugareños empezaron a considerar aquel lugar como santo, y pensaron que quién descansara después de muerto en sus tierras, algún día alcanzaría el cielo.
Las plagas que por aquellos años acontecieron en Centroeuropa hicieron que el número de cadáveres que se enterraron allí crecieran. La peste negra de principios del siglo XIV hizo que más de 30.000 personas fueran sepultadas allí. Más tarde, las guerras husitas, en el siglo XV, provocaron la muerte de casi 500 de los monjes cistercenses que habitaban el monasterio, cuando éste fue quemado.
Empezaron a construirse ornamentos para la iglesia con los restos de los allí enterrados. La iglesia hoy día consta de dos capillas: la inferior, también conocida como "Tumba y cuidado" y simboliza a la muerte, y dice la tradición, que si se tropieza por la escalera por la que se baja a ella, la muerte del que tropieza está cercana. La capilla superior, conocida como "Clara y aireada", representa el poder de la luz eterna.
En la capilla inferior llama poderosamente la atención los cálices y la cruz hechos completamente de huesos humanos, en cada rincón hay pirámides decoradas con coronas de gloria hechas de huesos que esperan el momento de la Resurrección.
Sobre nuestras cabezas al pasar podemos observar entre impresionados y sobrecogidos inmensas lámparas de araña hechas también con restos humanos. Las paredes, los suelos... se hallan decorados con calaveras.
Se cree que el Osario es una tumba común para unas 40.000 personas. Nos hace recordar el hecho y el mérito de la eternidad.
Hoy día más de 150.000 turistas la visitan anualmente. Incluso en la iglesia se celebraban misas, hasta que cierto día, durante una misa celebrada en el día de Todos los Santos, alguien realizó unas fotos en las que salía el sacerdote oficiando la Eucaristía rodeado de los esqueletos. Aquellas fotos se hicieron públicas, y al poco, llegaron a considerar aquellas misas como satánicas. Desde entonces, está prohibido celebrar misas en el día de Todos los Santos.
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